Me gusta sobre todo el acrílico, por el color y el contraste, como dice Anna. Y todos vemos ahí cierto 'peculiar' simbolismo.
¿Miles Davis? Nunca lo he escuchado, creo, o sí, no tengo ni idea. Llevo años queriendo hincarle el diente al jazz, pero no sé por dónde empezar ni cómo encontrar las cosas que más me gustan. Lo he disfrutado muchas veces en vivo, en el Bebop, en Donosti, con un oriental que se volvía loco con el contrabajo XD
Hay sensualidad por todas partes, claro: las frutas ya se sabe. Pero eres muy bueno con los tonos y los contrastes, jodío. Y el segundo tiene un punto surrealista muy curioso: ese brillo descomunal del limón (¿o no es un limón?) en contraste con la grisura de la mano resulta inquietante. Y claro, si amenizas la pareja con el "bueno" de Miles, la cosa ya te queda para Bienal. Qué bien suena el jazz con un cuadro delante... parece una música pensada para la pintura.
Ultimamente esta usted mas pinturero bluesguero que escritor. A ver si se anima el otoño y llega ya, de verdad, que estamos todos un poco sin vivir en nosotros mismos con estos calores. Besos
¿Es usted uno de esos que practican las virtudes como si fueran vicios? ¿O viceversa? Pudiera ser que las sugerentes manos simplemente nos ofrezcan una sabrosa fruta, o que el inquisitivo índice curiosee el tacto o la consistencia del limón, y nada más. Pero sospecho de usted, que quiere que le diga, y creo que a alguno más por ahí arriba le ocurre lo mismo. Después de todo, el vicio es casi lo único honesto que nos queda.
Buena música; aunque no es lo mío la disfruté. P.s.- Me gusta el cacharro que sostiene el pezón, digo, el limón.
En Bogotá ha caído hoy un aguacero torrencial, rabioso en extremo: largo y denso. Qué ricos bodegones: me apetece prepararme un salpicón à trois, con esta música haciendo las veces de telón, una ginebra en las manos.
Me estaba preocupando... Pero al leer algunos comentarios he suspirado de alivio: veo que no soy la única en ver mucho erotismo ahí. "Te ofrezco mi banana si a cambio me dejas tocarte el limón". Todo esto huyendo de la típica imagen de la tía que desnuda un plátano y se lo introduce en la boca. Es que ese tacto de las manos cambia mucho las cosas. ¡Bendita reinvención del bodegón!
21 comentarios:
La fruta sensual...y eso que no son fresas...
Mucho contrasrte con el fondo negro.
Un abrazo.
A mí me parecen sensuales las manos, ¿son las tuyas?
Besos y besos, a montones, muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssss,
Me gusta sobre todo el acrílico, por el color y el contraste, como dice Anna. Y todos vemos ahí cierto 'peculiar' simbolismo.
¿Miles Davis? Nunca lo he escuchado, creo, o sí, no tengo ni idea. Llevo años queriendo hincarle el diente al jazz, pero no sé por dónde empezar ni cómo encontrar las cosas que más me gustan. Lo he disfrutado muchas veces en vivo, en el Bebop, en Donosti, con un oriental que se volvía loco con el contrabajo XD
Me gusta mucho el del plátano.
¿Plátano??... uy... se me ocurren un montón de sinónimos.
:)
(Fabuloso, Don Miles)
Hay sensualidad por todas partes, claro: las frutas ya se sabe.
Pero eres muy bueno con los tonos y los contrastes, jodío. Y el segundo tiene un punto surrealista muy curioso: ese brillo descomunal del limón (¿o no es un limón?) en contraste con la grisura de la mano resulta inquietante.
Y claro, si amenizas la pareja con el "bueno" de Miles, la cosa ya te queda para Bienal.
Qué bien suena el jazz con un cuadro delante... parece una música pensada para la pintura.
También por aquí hay un otoño incendiado.
Ultimamente esta usted mas pinturero bluesguero que escritor. A ver si se anima el otoño y llega ya, de verdad, que estamos todos un poco sin vivir en nosotros mismos con estos calores.
Besos
¿Es usted uno de esos que practican las virtudes como si fueran vicios? ¿O viceversa?
Pudiera ser que las sugerentes manos simplemente nos ofrezcan una sabrosa fruta, o que el inquisitivo índice curiosee el tacto o la consistencia del limón, y nada más.
Pero sospecho de usted, que quiere que le diga, y creo que a alguno más por ahí arriba le ocurre lo mismo.
Después de todo, el vicio es casi lo único honesto que nos queda.
Buena música; aunque no es lo mío la disfruté.
P.s.- Me gusta el cacharro que sostiene el pezón, digo, el limón.
Me encantan esos nuevos temas para los bodegones, como el de la pila llena de cacharros, de lo que ya he visto varios cuadros
yo entiendo la metáfora, jejeje
lo de "blogdegones" una idea genial
saludos!
RAUL
Buah! Miles puede hacer sonar todo, primareva, verano, otoño...
Besicos
Todo un placer, visitarte, un lujo, una delicia...me embrujas con tus pinturas y tu música.
El otoño en toda su belleza.
Mil besos
Me encantan tus obras..
ya lo sabés, no?
BACI
En Bogotá ha caído hoy un aguacero torrencial, rabioso en extremo: largo y denso. Qué ricos bodegones: me apetece prepararme un salpicón à trois, con esta música haciendo las veces de telón, una ginebra en las manos.
Gracias.
Divino limón.
Siento decirte, mi queirdo Cucha, que el plátano de ha puesto negro y muy blandito por dentro,y el limón ya no tiene más zumo...
Toc, toc... ¿hay alguien ahí?
Toc, toc, ¿hay alguien ahí?
¿Leyendo libros de pastas blandas, o estercolando, quizás?
Me estaba preocupando... Pero al leer algunos comentarios he suspirado de alivio: veo que no soy la única en ver mucho erotismo ahí. "Te ofrezco mi banana si a cambio me dejas tocarte el limón". Todo esto huyendo de la típica imagen de la tía que desnuda un plátano y se lo introduce en la boca. Es que ese tacto de las manos cambia mucho las cosas. ¡Bendita reinvención del bodegón!
Gracias, amigos, por vuestros comentarios. Prometo pasarme pronto por vuestras casas.
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